3 de julio de 2011

Sistema Internacional de Sonidos Afectivos (IADS)





Este trabajo recoge los valores normativos de la adaptación española del Sistema Internacional de Sonidos Afectivos (IADS).

El IADS es un conjunto estandarizado de 110 sonidos digitalizados, fiable y válido para el estudio experimental de los procesos emocionales, construido a partir del modelo dimensional de las emociones propuesto por Peter J. Lang. En la adaptación española participaron 1716 estudiantes universitarios (1136 mujeres) que evaluaron los sonidos utilizando las escalas gráficas del Self-Assessment Manikin en sus tres dimensiones de valencia afectiva, activación y dominancia, los resultados muestran que, al igual que en la población universitaria estadounidense, la distribución de los sonidos en el espacio bidimensional definido por la valencia afectiva y la activación adopta la típica forma de "boomerang". No se observaron diferencias significativas en el conjunto de los sonidos entre hombres y mujeres, ni diferencias culturales entre la muestra española y la estadounidense. Se discuten los resultados con relación al Sistema Internacional de Imágenes Afectivas (IAPS) y se presentan las tablas con los datos normativos para cada uno de los sonidos.

Peter J. Lang y su grupo de investigación en la Universidad de Florida desarrollaron a finales de la década de los noventa, 3 de los mas importantes instrumentos de medida emocional basados en la baremación de las respuestas afectivas a 3 tipos de estímulos diferentes capaces de inducir reactividad emocional.

El primero de ellos es el Sistema Internacional de Imágenes Afectivas (IAPS), del que actualmente se dispone de los datos normativos de la población española.

El segundo es el Sistema de Normas Afectivas para Palabras Inglesas (ANEW) que en su versión española ha sido desarrollado "Redondote" (2005 en prensa).

El tercero y último es el Sistema Internacional De Sonidos Afectivos (IADS) cuyo estudio de normalización a la población universitaria española se presenta en este trabajo.

Estos 3 instrumentos se basan en el "modelo dimensional de las emociones". Lo que nos dice es que las emociones se delimitan en un espacio afectivo tridimensional, compuesto por las dimensiones de valencia afectiva, activación y dominación. Esta idea no es nueva, Wunt (1924) concluyo, mediante la introspección de reacciones afectivamente ritmos auditivos, la existencia de 3 dimensiones que serian los responsables de todas las diferencias posibles entre los estados afectivos:

Placer - Displacer
Relajación - Tensión
Poder - Sumisión

Estas 3 dimensiones son las que con mayor frecuencia se han propuesto en la literatura científica para delimitar el espacio emocional.

La dimensión de valencia representa un continuo que recoge el tono hedónico o la afabilidad de la experiencia emocional experimentada, extendiendo desde lo extremadamente desagradable hasta lo extremadamente agradablemente en el polo contrario.

La dimensión de activación recoge el grado de excitación emocional experimentado, yendo desde la mayor calma o tranquilidad, hasta el extremo opuesto de máxima agitación.

La dimensión de dominación representa desde la ausencia de control en un extremo, hasta la percepción de máximo dominio en respuesta a la estimulación en el extremo opuesto.

El modelo propone que la dimensión de valencia representa el funcionamiento de 2 sistemas motivacionales primarios y antagónicos (el aperitivo y el aversivo), mientras que la dimensión de activación representa la intensidad, dentro de cada uno de estos sistemas.

El procesamiento perceptivo de la estimulación, ya sean imágenes (IAPS), sonidos (IADS) o palabras (ANEW), esta determinado por su significado motivaciones: aproximación ante estímulos placenteros (afecto positivo) o evitación de estímulos displacenteros (afecto negativo).

Aunque la mayor parte de las emociones básicas pueden ser ubicadas en un espacio bidimensional, o sea, definido por la valencia afectiva y activación, no es suficiente para cubrirlas todas. Por ejemplo, el miedo y la ira que se caracterizan por estar dentro del plano negativo y un alto grado de activación, responden a emociones conceptual y cualitativamente diferentes. Es por eso que se incluye una tercera dimensión: La Dominancia.

La dominancia esta menos estudiada, y aunque en los estudios factoriales aparece de forma sistemática, el porcentaje de varianza explicada es mucho menor, observándose además una correlación positiva con la dimensión de valencia.

Este modelo tridimensional propuesto por Lang viene avalado por datos procedentes a estímulos emocionales diversos (fotografías, sonidos, palabras) junto con medidas subjetivas, conductuales y psicofisiológicas.

El IADS ha sido desarrollado en el Centro para el Estudio de la Emoción y la Atención de la universidad de Florida, bajo la dirección del profesor Peter J. Lang. El objetivo es proporcionar un conjunto estandarizado de sonidos digitalizados no verbales, accesible internacionalmente, cuyos contenidos recojan un amplio espectro de categorías sonoras asociadas a contextos potencialmente evocadores de reacciones emocionales (por ejemplo el canto de un pájaro o un grito de terror). Se aduce que los sonidos naturales pueden inducir similares respuestas emocionales que los estímulos visuales (IAPS).

El IADS esta compuesto por 110 sonidos, cada uno de ellos de 6 segundos de duración, en formato digital (Quicktime), para evitar su degradación y asegurar su calidad. Abarca un amplio espectro de sonidos naturales relativamente fáciles de identificar y valorar. Su fin es que sea utilizado en cualquier población. No obstante se sabe que los estímulos emocionales son complejos, altamente simbólicos y cuya codificación emocional requiere aprendizaje y elaboración cognitiva, siendo difícil de desvincular de sus contextos culturales.

El IADS representa un importante potencial para el estudio de las emociones.

Bradley y Lang (2000) registraron la actividad del sistema nervioso simpático, la actividad electromiográfica facial y el reflejo de sobresalto en respuesta a los sonidos que componen el IADS. Los resultados mostraron que los sonidos de valencia afectiva mas negativa, en comparación con los sonidos de valencia mas positiva, produjeron reflejos de sobresaltos mayores, mayor actividad electromiográfica del músculo corrugador, así como superiores en los niveles de desaceleración del ritmo cardíaco. Las respuestas electrodérmicas fueron superiores ante los sonidos con mayor activación emocional (tanto positiva como negativa) que ante los sonidos neutrales.

Los datos sugieren que los sonidos activan la expresión emocional de los circuitos motivaciones aperitivos y defensivos, similar a como lo hacen las imágenes afectivas del IAPS.

Un estudio reciente señala que la presentación repetida de este tipo de sonidos no produce efectos de habituación o sensibilización, en claro contraste con otros tipos de estímulos auditivos frecuentemente utilizados en las investigaciones, como el ruido blanco (chite noise) o los tonos puros.



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